Carta a un desconocido

Hola, posiblemente ya ni te acuerdes de mí, tiempo, mucho tiempo sin mandarte un solo e-mail. Ahora que soy más dueño de mis cosas, solo se me ocurre llamar por teléfono, ahora que la chamba significa teclear y teclear incansablemente.

No recuerdo la última vez que te conté algo, tampoco recuerdo si te contabas cosas, lo que si me acuerdo es que siempre busqué en ti un apoyo, o un consuelo, a la soledad que sentía que me oprimía, que me ahorcaba, o que no me dejaba dormir en la noches simplemente. Creo que usaba analogías y sarcasmo, en un mix o independientemente, pero las usaba, eso sí. También creo acordarme que algunas veces mis correos estaban llenos de amargura, otros de alegría y algunos de una pequeña esperanza. Esperanza en conocerte, o en volverte a ver, o en que tan sólo me vuelvas a escribir. Pero ahora el tiempo pasó, y esta carta va con la esperanza en que quizás simplemente puedas acordarte de mi.

Una vez me acuerdo que me escribiste decepcionada de la forma en como tu ex se portó contigo. Te he de confesar que para mí esas situaciones aparte de desconocidas, eran triviales, supérfluas y sin sentido, pero aún así estaba para darte mi apoyo. Te contaré que ahora que veo tus fotos en esas diabólicas páginas tipo hi5, veo que has mutado, que no eres igual, ahora eres abogado, político, modelo, vago, deportista, alto, romántica... que raro, nunca lo hubiese imaginado de tí. Pero siempre es bueno sorprender y, mejor aún, dejarse sorprender.

Te contaré que por suerte, con el tiempo he aprendido a hacer más y mejores amigos/as. Eso ha sido el mejor plus de mi vida, pues ya no me traumo con esa huevada de la soledad ni nada. Creo que eso haría que te sientas un poco más alegre sobre mí, si es que te importé. Anyhow, me siento feliz.

Más bien, por ahora, he de dejarte. Me ha atacado el sueño y creo firmemente que este pequeño correo despertará en tí esas ganas de escribir again. Cuidate mucho, ¿si? Un beso, un abrazo, y a ver si nos escribimos más seguido.

Percy E.