Juicio a Fujimori

Cada vez que leo y releo los comentarios que apoyan a Fujimori como "el salvador del Perú" me vienen demasiadas preguntas a la cabeza. Muchas de ellas nunca encontrarán una única respuesta y posiblemente se respondan con justificaciones (inexactas) pero... ¿es que así estamos construidos los peruanos, y más exactamente los limeños?

A este nivel de mi vida yo he llegado a pensar que lo más importante en esta vida es ser consecuente, por muy equivocado que se esté. Es por esto que de las fujimoristas la más intragable me parecía Carmen Lozada y la más humilde y sincera Luz Salgado. Martha Hildebrandt solo quería asegurarse su jubilación, por mucho que respete su trabajo como lingüista.

Ahora ¿cuanta consecuencia se les puede pedir a estas personas que apoyan a uno de los gobiernos más corrputos de nuestra triste vida republicana? En el Perú que sufre todos los males, ¿vale la pena pedir que se hagan cosas buenas de manera correcta? ¿Para AF fue sido demasiado difícil no dar un golpe de estado, no ignorar las denuncias a Montesinos, no postular a un tercer mandato presidencial? ¿Es justo que estas obvias faltas de ética y moral dividan a una población que debería concentrarse en progresar?

Yo creí pensando que AF era la voz, cuando llegó el año 2000 pensé que los excesos justificaban el trabajo realizado, cuando lo vi renunciar pensé que era un cobarde demasiado grande y decía que el Perú tiene los gobernantes que se merece. Hoy en día cuando veo a una persona llorando a su madre/hermano/hijo muerto por un error del ejército ya no creo que nos merezcamos eso.

¿Y que nos merecemos entonces?

Fácil los tres meses de vacaciones que se piden esos conchasumadres del Congreso.