Lección de secundaria.
Recuerdo a mi bien estimado profesor Daniel Sáenz en una deliciosa fogata en las arenas de Paracas silenciando a uno de mis habladores compañeros de promoción:
¿Acaso no te has puesto a pensar que Dios te dio dos orejas y una boca?
(...)
Eso es para que primero escuches y después hables.
Para tener en cuenta.
2 Apreciaciones:
maldita sea
siempre me olvido de eso
febrero 26, 2005 9:39 p.m.
Y hay un proverbio tibetano que dice:
"Tenemos dos ojos para ver a los demás pero necesitamos un espejo para vernos a nosotros mismos."
marzo 01, 2005 1:46 a.m.
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