Sin imágen que exprese desconcierto.

Hoy, el día después del catorce, estoy desconcertado. A las cinco pe eme, todo parecía ir de buenas... pero repentinamente, ahora, a puertas del dieciséis, estoy MUY desconcertado.

Y quiero expresarlo, y por eso tipeo con lentitud de trabajador del Poder Judicial, pero no se notará, pues las letras no estarán con más carga de tinta como si trabajase con la Olivetti de mi señor padre. Entonces decido demostrarlo cambiando mi avatar del MSN messenger, pero, oh sorpresa, ninguna de mis imágenes puede describir este estado de penumbra en el que estoy.

Ahora, lamentablemente, me siento aún más perdido en esta mi PC. En esta noche del quince, que es tristísima. Y larguísima. Y tengo miedo.

Y quizá, sólamente quizá, me pierda de camino a mi cuarto, y no logre despertar mañana. Cuando el mundo deje de pensar en mí.

(...)

Y al final, cuando pensé que todo estaba perdido, me encontré, viendo en el ataúd a Carmela, una vez más. Y quiero llorar, pero ya no tengo miedo.


In my very own heart: Mar Adentro