un super viaje imaginario con todos tus amigos a la tierra del peor es nada y el ya pues que me queda

jueves, julio 01, 2004

Tu presencia, mi alivio.

Viniste de impronta manera.
Te presentante como la salvadora, redentora de el corazón.
¡Oh bella dama!
Tal cual, pijama celeste;
besos furtivos, celeridad enamoradiza;
quiero verte, pensé inmediatamundo.

Ojos brillantes, ojos cansados;
ojos, para mí, al fin y al cabo.
Que encontraron perfecto designio para mi persona.
(Agradezco tu bondad y paciencia, mi señora).

Quise dedicarte los mejores versos,
¿que mejor que los que nacen de lo adverso?
Esto es para ti, bella donna mía,
en esta madrugada con sabor a herejía.

Son esos ratitos que me das, en los que es mucho mejor
no hacer más fuerza y dejar, que si se va el corazón
que si se va que se vaya, no lo hecharemos en falta.
Quién puede quererse pensando en el alma

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